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Según la Escuela Kennedy de Harvard, la adopción es vital para que la sociedad en su conjunto brinde hogares amorosos y permanentes a todos los niños. Todos los niños merecen ser criados por una familia que los ame, los apoye y los cuide durante toda su vida. Es un proceso transformador que puede beneficiar tanto a lospadres biológicos como a los hijos, brindándoles la oportunidad de un futuro exitoso. Existen dos tipos principales de adopción: la adopción abierta y la adopción cerrada. Ambas decisiones valientes tienen sus propios propósitos y ventajas y desventajas únicas.
La adopción abierta es cuando los padres biológicos están constantemente involucrados en la vida de su hijo. Esto proporciona la oportunidad de desarrollar y nutrir una relación incluso si tu hijo vive con sus padres adoptivos. Los padres adoptivos harán un esfuerzo por compartir fotos, cartas y actualizarte regularmente sobre cualquier hito que tu hijo alcance.
Si un padre biológico elige someterse a un proceso de adopción cerrada, renuncia a la oportunidad de estar involucrado en la vida de su hijo. Podrías decidir no tener ninguna interacción con tu hijo por muchas razones, como encarcelamiento, abuso de sustancias o ser un padre adolescente que no está listo para criar hijos. Muchas adopciones cerradas ocurren si el niño es adoptado desde el extranjero porque los padres biológicos no pueden hacer viajes para visitarlos y mantenerse en contacto todo el tiempo.
La adopción es un proceso de amor donde un padre biológico decide darle a su hijo una nueva oportunidad en la vida. Sin embargo, la decisión implica tanto felicidad como tristeza y requiere mucho pensamiento antes de avanzar. Es esencial tomar la decisión correcta después de hacer mucha investigación y hablar con consejeros, quienes pueden ayudar con más información.